Si tuviera que plantear una especie de Pirámide de Maslow en cuanto a metas profesionales sin duda la figura de Directora de Comunicación coronaría la cima de mis ambiciones, pues de entre todos los perfiles profesionales, dentro del ámbito de la publicidad y al comunicación, el de Dircom, me parece uno de los más polivalentes.
Gracias a las afirmaciones expuestas por uno de los grandes comunicadores del momento, Joan Costa, ya es más que sabido que las atribuciones de un Director de Comunicación superan en mucho lo que se entiende por Gabinete de Prensa, pues además de responsabilizarse de la relación con los medios, de la elaboración del manual de gestión comunicativa y del asesoramiento de la imagen institucional, el Dircom debe realizar actuaciones como la comunicación interna y externa, la comunicación institucional, la gestión de marca o imagen corporativa, la comunicación en periodo de crisis, el impulso de la cultura corporativa, relación pública e institucional, organización de actos y eventos, protocolo… vamos, un auténtico multiusos de la comunicación.
El director de comunicación es un profesional cuya misión es establecer la concepción, planificación y gestión de cualquier tipo de actividades que afecten a la imagen pública de su organización o a su propio funcionamiento interno. Joan Costa define suspicazmente 8 principales valencias para el perfil del Dircom: estratega, asesor, político, planificador, defensor de conductas, animador de grupos, abogado de público, e ingeniero de emociones. Dicho esto ¿quién puede escapar a los encantos de tal figura?
Son muy amplios los requisitos que se necesitan para poder ejercer de Dircom en una notable organización, de entre los que se pueden destacar los siguientes:
- Formación Universitaria específica
- Amplia experiencia contrastada en puestos de responsabilidad en materia de comunicación.
- Caracterizarse por la predisposición al trabajo en equipos multidisciplinarios.
- Capacidad de gestión de recursos humanos y en el ámbito económico.
- Capacidad de liderazgo y creatividad.
- Amplio conocimiento en las teorías de la información y comunicación.
- Predisposición al trabajo en equipos multidisciplinarios.
- Dominio de idiomas.
- Polivalencia, flexibilidad, entrega y dedicación.
Desde luego no parece una meta fácil de conseguir, pues es una profesión que sin duda requiere de una gran dedicación y una buena suma de experiencias.
Hace tiempo que llevo ambicionando este perfil como una gran expectativa profesional, de hecho he estado informándome sobre varios Másteres Avanzados en Dirección de Comunicación y prestado una gran atención a loa profesionales que están actualmente en activo, con lo que he llegado a la conclusión, que antes de invertir en un máster de este calibre conviene madurar, profesionalmente, y adquirir mayor experiencia en el sector comunicacional. para ello, me parece realmente enriquecedor, conocer los perfiles de los Dircoms en activos más prestigiosos del país. De entre ellos, me decanto por mencionar a María Umbert, Directora de Comunicación de Meliá Hoteles, pues es una de las pocas mujeres que he encontrado ejerciendo en el puesto, y me ha llamado mucho la atención por el hecho de poder encontrar una mayor afinidad con ella.
Aquí podréis encontrar una pequeña entrevista a María Umbert, en la que nos desvela como funciona el día a día en su pequeño departamento que, aun formado sólo por 4 personas, consigue gestionar la imagen de una cadena hotelera presente en más de 37 países.
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