Actualmente, tener una buena reputación digital es muy
importante, ya que cada vez hay más empresas que se mueven por la red buscando
posibles candidatos. Vamos pues, a hablar de las técnicas y estrategias más
recurridas a la hora de encontrar trabajo en un entorno 2.0.
Para empezar, lo más importante es crear nuestra propia marca
personal, pues aunque no seamos ningún bien o servicio que pueda enmascararse
detrás de una imagen corporativa y una identidad consolidada, sí que podemos
recurrir a las mismas técnicas de promoción para destacar aquellas
características que nos diferencian del resto, mostrando así nuestros
conocimiento y habilidades, al estilo reclamo publicitario.
El entorno 2.0 nos permite relacionarnos con otros
usuarios y posicionarnos como un profesional del sector que nos interesa. Además,
si se participa de manera activa en comunidades, blogs y foros, se podría
llegar a conseguir una reputación digital que podría ser decisiva a la hora de
ser contratado por una empresa. En este punto, tal vez sea donde más cojee mi currículum,
pues si bien procuro estar presente en dichas redes sociales, si es cierto que
no suelo participar muy activamente en éstas (trabajaré en ello).
El siguiente paso, y siguiendo las indicaciones de la
asignatura responsable de que haya decidió crear este blog, sería crear un blog
dónde podamos escribir sobre lo que nos interesa y enseñar, de alguna manera,
nuestro trabajo. Se trata de un tipo de carta de presentación para
demostrar que sabes de lo que hablas o para presentar los proyectos que has
llevado a cabo. Sin embargo, aunque este espacio sirva para ir creando nuestra
marca personal, no tenemos que ser el centro de todos los artículos, sino que
también interesa dar a conocer otras tendencias y opiniones.
Otro paso muy importante a la hora de encontrar empleo, son
las Redes sociales profesionales. Aunque también existan XING y Viadeo, Linkedin es la red social profesional por excelencia con 100 millones de usuarios en todo
el mundo y casi 2 millones de empresas. Para obtener resultados, se debe construir
un perfil a conciencia, incluir una fotografía y rellenar todas las secciones. Estudios
demuestran que un perfil completo tiene un 40% más de posibilidades de ser
elegido, así que no hace falta mencionar la importancia de tener el perfil correctamente
actualizado, así como que interactuar con otros usuarios y grupos participando
en debates.
A modo ejemplo, y por supuesto, a modo promoción, adjunto un
enlace a mi perfil de LinkedIn, en el que podréis ver todo lo relativo a mi trayectoria profesional,
experiencias laborales y formación académica actualizada.
Linkedin es una de las redes sociales dirigidas a
profesionales con más miembros en todo el mundo. El primer paso para
lograr visibilidad en esta red es colgar, de la manera más atractiva posible,
el currículum y empezar a tejer una red de contactos del sector en el que hemos
trabajado, trabajamos o nos gustaría trabajar. Una de las maneras de
mejorar el perfil en esta red es pidiendo recomendaciones a antiguos compañeros
de trabajo o a personas con las que se haya mantenido una relación profesional
seria.
Para sacar la máxima utilidad a la red hay que hacer, sin
embargo, un paso más y ser activos, detectar cuáles son las empresas que
ofrecen empleo. Linkedin, por ejemplo, da la opción, a través del botón del menú
"Empresas", de ver cuáles son las empresas que están contratando, y
también permite ver los cambios de cargos dentro de una misma empresa o incluso
dentro de un sector concreto .Además, se puede solicitar ser amigo de una
empresa o apuntarse a grupos profesionales, que son una oportunidad más para
hacerse visible ante miles de profesionales, compartir contenidos, crear
debates y aumentar los contactos.
Otra red social profesional a la que puedes acceder llama
Branchout. Puedes aprovechar el potencial de esta aplicación de Facebook,
que tiene 600 millones de usuarios registrados, para convertir tu círculo
social en oportunidades laborales. Personalmente, hasta ahora no la conocía,
pero creo que llegó el momento de explorarla a fondo.
Por supuesto, también se plantea como una opción muy
interesante tener presencia en Redes Sociales Comunes como Facebook y Twitter,
ya que las empresas cada vez las utilizan más no sólo como un medio de
publicidad y promoción, sino también a la hora de reclutar nuevos empleados. De
alguna manera, muestran el lado más amable y desenfadado del candidato, pues
más allá de su perfil profesional, a través de estas redes se puede conocer sus
gustos, intereses, hobbies, amigos, lugares preferidos, aficiones y un
larguísimo etcétera que puede ayudarnos a la hora de conseguir empatía por
parte de los responsables de recursos humanos de las empresas.
Desde mi punto de vista, creo que los profesionales de los
RRHH, en la primera búsqueda de candidatos se basan en los perfiles de
LinkedIn, la red social profesional por excelencia, que ofrece datos muy concretos
y extensos sobre la trayectoria profesional y académica del candidato; pero una
vez seleccionados los candidatos idóneos al puesto según sus aptitudes
profesionales, es altamente probable que busquen a los candidatos
preseleccionados en redes sociales como Facebook, en un intento de conocerlo
más allá de lo profesional, y más cercano al ámbito personal. Dicho esto, sería
una lástima desperdiciar el potencial que ofrecen estas redes sociales, que
igual de eficaces pueden resultarnos, también hay que tener en cuenta que
pueden perjudicarnos. Hay que ser muy conscientes en todo momento de los
contenidos que compartimos, y adaptarlos, siempre, a la imagen que queremos
proyectar de nosotros mismos, pues como bien dicen, la imagen 2.0 nos va a
acompañar toda la vida.
Mi perfil en Facebook está muy privatizado, con esto quiero decir
que no cualquiera puede buscarme en esta red, ni mucho menos ver mi muro y
fotografías, pero sí lo suficiente para ver la foto de perfil y la portada, y
así poder caer en gracia o dar una primera impresión más o menos aproximada.
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